Saturday, October 28, 2006

EL PICHA LOCA
El Picha Loca es un personaje que toca muy de cerca a Autodefensa. Un tío sin par que lo mismo te hace reir como te hace llorar (de risa, claro).
El Sr. Juan M. C. nació a principios de los 60 en el área metropolitana de Barcelona. De origen andaluz, tanto pasea con orgullo su sangre mora como hace gala de su catalanidad. Un tío muy legal, amigo de sus amigos, al cual siempre se le había identificado por su "Vespino"... aunque de la moto ya hablaremos un poco más adelante. Entre sus peculiaridades está la de contar chistes a toda velocidad, básicamente chistes de Arévalo.

¿Qué tiene que ver con Autodefensa? Autodefensa se formó en el pueblo de veraneo. Los hermanos de Autodefensa han veraneado toda la vida en la misma urbanización y ya desde los más remotos orígenes de la historia habían oido hablar de "El Picha". La familia de El Picha Loca también poseía una casa en la misma urbanización desde toda la vida. Desde muy pequeños los músicos de Autodefensa habían oído hablar de las aventuras de El Pichita, aventuras y leyendas que hablaban de amoríos, viajes increíbles (en moto), sus proyectos, heroicas proezas, etc...

Llegados un punto los chicos de Autodefensa entablaron amistad con el portento protagonista de este artículo. Fruto de esta amistad se dió la oportunidad de conocer un poco más de los orígenes del personaje que se ha convertido en mito. Ahora quisiera resumir un poco varios aspectos de nuestro histórico y admirado amigo:

La moto. El Picha Loca siempre fué sinónimo de "Vespino". Durante la década de los 80 se solía ver a El Picha cabalgando su Vespino. Cara al viento, cabello al aire, El Picha daba verdaderas muestras de maestría sobre las dos ruedas. El inconfundible sonido de su tubo de escape invadía la atmósfera del pueblo y los más pequeños esperábamos con impaciencia a ver si se acercaba a nuestra calle para ver al mítico guerrero del asfalto... bueno también es verdad que cuando se había caido de la moto se tomaba más como una noticia cómica que como una desgracia, porque su carácter natural hacía que todo pareciera gracioso.

Los Chistes. Su punto fuerte. Por lo visto El Picha Loca desde pequeño fué un gran admirador del humorista Arévalo, del cual poseía dos cintas de cassette cargadas de chascarrillos. Tenía tan sumamente bien aprendidos los chistes de esas grabaciones discográficas que, al recitarlas, como él ya los sabía de memoria, los contaba tan de prisa que, a veces, uno no se enteraba de lo que decía. Hacía más gracia escucharle recitando a toda hostia que el chiste en sí.
Cuando eran las fiestas de la urbanización siempre se podía contar con su actuación improvisada. El Sr. Picha no perdía la oportunidad de subirse al escenario y tomar el micrófono para regalar al respetable con su portentosa memoria para los chistes. Empezaba diciendo:

-Buenas noches. Voy a contarles unos chistes... aquí... en diresto.- a lo que continuaba.
-A ver. ¿De qué los queréis? ¿De Mexicanos?- y así empezaba el espectáculo con uno de sus cañonazos:

"Dice el Mexicano que va a confesarse:
-¡Padre, Padre! Me quiero confersar de lo puro macho que soy, que anoche me acosté con Sofía Loren... ¡y le metí cuatro!
y el cura respondía: "Pues no te voy a dar la ves porque seguro que no te arrepientes" (ves = vez = absolución).

A partir de ahí seguía con un repertorio que variaba según el público. Tenía chistes para niños y mayores.

El orígen de su nombre venía por un vecino suyo al que él llamaba Paco "El Gitano". Ambos se pusieron los apodos de mútuo acuerdo y siempre de buen rollo. Paco por ser moreno de piel se llevó el sobre nombre de "El Gitano", a El Picha Loca... me parece que queda bastante claro el por qué de su apodo ¿no? y si no sigan leyendo...

De sus heroicas proezas me gustaría destacar la vez que quiso demostrar su valor después de una temporada en la que no gozaba de gran popularidad. Por aquel entonces sufrió la pérdida temporal de su inseparable compañera de viajes: La Vespino. Como tenía la moto en el taller su sex-appeal disminuyó hasta el punto de que, como no se percibía el sonido de su moto, parecía que no había Picha. Él, no conforme con esta situación, decidió tomar una acción para demostrar que tenía mucho a ofrecer.
Un día fué a la piscina, en una época en la que siempre estaba abarrotada de bañistas, y Don Juan El Picha Loca se puso firme ante todo el mundo desafiando a grito pelado:

-¿Queréis ver mis cojones? ¿eh? ¿Los queréis ver?

Y se bajó el bañador ante el público asistente, enseñando sus atributos sin el más mínimo rubor, tal y como su madre lo trajo al mundo. No contento con eso, dió unas cuantas vueltas sobre sí mismo para que no hubiera persona que se perdiera tal exhibición de valor y poderío. Después de la rotación hubo una pequeña persecución ya que el socorrista intentó placar a nuestro viejo amigo. El Picha pudo zafarse de las garras de su tocayo (Juan era también el socorrista) lanzándose en un estruendoso planchazo al agua, en el punto donde la piscina cubría unos 3 metros... El Picha era un genio del manillar pero... ¡No sabía nadar! Tuvo que ser Juanito El Socorrista quien lo sacara del agua.

Amores. Juan era su nombre, y no podía ser otro porque Don Juan sería la correcta denominación de nuestro amigo. Tierno como nadie sabía como engatusar a la moza con su gracia innata con besos al aire acompañados de sus más bellas palabras:

-¡Guapa! ¿Quieres un novio feo para que no te lo quiten?

Nos contó que tuvo 3 novias que él mismo plantó "por celosas". Y es que, claro, un personaje tan popular como El Pichita, al cual todas la hembras admiran, es normal que la propia novia tenga celos.
Como gran entidad folladora tenía su postura favorita: "La del perro, ¿Sabeh cuál éh?" (La del perro ¿Sabes cuál és?)

Música. Artistazo es otro sinónimo para tal hombre. Por su sangre corría la tradición flamenca y su talento para la saeta. En sus años más mozos se le había podido ver con sus camisetas de AC/DC, IRON MAIDEN,... pero con el tiempo fué ensanchando horizontes hasta el límite de ponerse a bailar música disco sin bajar de su moto, justificando su acción con la frase: "A mí me gutta tó".
Su gran descubrimiento fue asistir a un par de ensayos de Autodefensa, en los cuales vio que la música de Autodefensa era toda una dimensión desconocida para humanidad. Cada vez que los hermanos Autodefensa interpretaban una canción de las cortas (de un segundo ó dos) el Picha, boquiabierto, respondía admirado: "¡Ya veh!" (Ya ves) ó "¡No veah!" (No veas).

Proyectos. Soñador. El Picha era un soñador. Cuando ya definitivamente cesaron los servicios de su amada Babieca de dos ruedas (la Vespino) el Picha anunciaba su próxima adquisición en temas de mobilidad: Un Mercedes. Las compra no llegó a producirse ya que no se sacó el carnet de conducir (supongo que porque no estaría de acuerdo a pagar la importante suma de dinero que exige la Autoescuela por el curso). Así que finalmente la última moto que se compró fué... una Suzuki Dr. Big de color azul. Sobre su nuevo corcel de plástico y metal correría nuevas aventuras ya escritas y otras aun por escribir.

De esta manera quisiera concluir este post dedicado a una de las más grandes personas que he conocido y que tanto nos ha enseñado. Actualmente hemos perdido el contacto pero sépase que aun nos acordamos de él.